martes, 29 de noviembre de 2011

Si... (de Rudyard Kipling)





Si puedes conservar tu cabeza cuando a tu alrededor 

todos la pierden y te cubren de reproches
Si puedes tener fe en ti mismo cuando duden de ti los demás hombres 
y ser indulgente para su duda
Si puedes, siendo blanco de falsedades
no caer en la mentira, 
y si eres odiado no devolver el odio, 
sin que te creas por ello ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo
Si puedes soñar, sin que los sueños imperiosamente te dominen
Si puedes pensar sin que los pensamientos sean tu objeto único
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre 
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes aguantar que la verdad por ti expuesta la veas retorcida por los picaros 
para convertirla en lazo de los tontos
Si puedes contemplar que las cosas a las que diste tu vida se han deshecho 
y agacharte a construirlas de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos.
Si eres capaz de juntar todos tus triunfos y arriesgarlos a cara o cruz en una sola vuelta y,
si pierdes empezar otra vez como cuando empezaste 
y nunca más exhalar una palabra sobre la pérdida sufrida.
Si puedes obligar a tu corazón , a tus fibras y a tus nervios a que te obedezcan, 
aun después de haber desfallecido, y así se mantengan 
hasta que no haya en ti otra cosa que la voluntad gritando
¡Persistid! ¡Es la orden!
Si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes sin perder tus comunes rasgos
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos pueden causarte daño
Si todos los hombres pueden contar contigo , 
pero ninguno demasiado
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto con el valor 
de los sesenta segundos de la distancia final.
Tuya será la tierra 
y cuanto ella contenga y,
lo que es mas¡ Serás un hombre! hijo mío.


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