Tus
Palabras de Luz
Fragancia
del Alma al Despertar
Maestro
Kuthumi
Por
Mirtha Verde-Ramo
Fundación
Actividad Saint Germain
www.saintgermain.cl
Santiago
de Chile, 11 de Abril de 2012.
Despierta
la dulce voz del alma reclama por su Amada Patria, pareciendo aún a
los sentidos lejana cuando no ha blandido aún la hora sagrada del
despertar del Cristo interior, llameando con su Luz resplandeciente
la conciencia desde entonces iluminada.
Antes
que aclare, las sombras parecieran posesionar el entorno, mas siempre
en las alturas el sol despierto está alumbrando con suaves
resplandores de cobijo y calor a toda la vida creada.
Al
amparo del Creador crece y se desarrolla su progenie. La lámpara de
su sagrado aliento nutre la brisa perfumada con el inmaculado soplo
de Su corazón y ¡La vida se multiplica en la infinita rueda que
gira y gira!
Despierta
el alma perfuma a su alrededor esencia de flores de la Luz Crística,
todo lo que sus manos tocan, sus pies caminan, sus ojos contemplan,
retoma el lazo con el Padre y ese es el verdadero sentido de la
experiencia de la vida en las diversas formas.
Mientras
se desvanece la ilusa trama de lo imperfecto, es sutil la voz del
Cristo, más profunda su conciencia. Ella atraviesa por los más
densos obstáculos, ella clama por la compasión y la ayuda fraterna,
ella promueve todas las fibras del cuerpo para irradiar Su magna Luz
y esparcir, como la preciosa brisa matutina, sus rayos luminosos por
todas partes.
Canta
la aurora reverenciando al nuevo día; cantan las aves en sus nidos
cuando el amanecer besa nuevamente a la Tierra; cantan las aguas
cuando descienden de las laderas de las montañas y se unen en
alegría jovial a los manantiales y ríos; canta el fuego entregando
de su esencia su cobijo; cantan las flores cuando despuntan su
belleza, abiertas en su plena madurez en los estíos; canta la vida
entera la melodía de la creación; así el Cristo canta alabanzas
en el corazón cuando despierto en la belleza de los sentidos todo
lo bendice a su paso.
Contemplemos
los ciclos que pasan y no se desperdicie el tiempo, postergando la
plenitud de la expresión del Cristo encallado aún en la bóveda del
cuerpo, cuando los obstáculos son aquellas repetidas imperfecciones
que opacan la pura diadema de Su Trinidad Perfecta de Amor, Sabiduría
y Poder infinito.
KUTHUMI
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