Pero cómo edificarla, si dentro nuestro no existe?
Por eso debemos aceptarnos, y esto requiere coraje.
Basta de miedo a la grotesca imagen culposa. Debemos
reconocer nuestra belleza interna.
Los valores que no usamos por carecer de energía. La
hemos perdido renaciendo una y otra vez.
El principio positivo duerme mientras el negativo se apoderó
del alma.
Actualmente el instinto gobierna el mundo, enfermedad
endémica que transforma al ser en un desconocido de sí
mismo.
Sin embargo, el auto conocimiento conduce a la transformación.
Nos convierte en una lámpara que disipa la oscuridad. Esta
luz revelará que el enemigo no es el otro, sino el vicio
agazapado en el alma de la humanidad.
Por eso debemos aceptarnos, y esto requiere coraje.
Basta de miedo a la grotesca imagen culposa. Debemos
reconocer nuestra belleza interna.
Los valores que no usamos por carecer de energía. La
hemos perdido renaciendo una y otra vez.
El principio positivo duerme mientras el negativo se apoderó
del alma.
Actualmente el instinto gobierna el mundo, enfermedad
endémica que transforma al ser en un desconocido de sí
mismo.
Sin embargo, el auto conocimiento conduce a la transformación.
Nos convierte en una lámpara que disipa la oscuridad. Esta
luz revelará que el enemigo no es el otro, sino el vicio
agazapado en el alma de la humanidad.
¿Y QUE SON LOS VICIOS?
Son la falta de poder espiritual, y surgen cuando nos
identificamos con el papel que actuamos .
Actualmente la naturaleza instintiva nos tiende trampas y
aparece como auténtica.
Si embargo al reconocer nuestro valor surge el auto respeto
y la auto estima.
El vicio es el extremo opuesto de la virtud, por eso,
descargados de energía, los valores se convierten en:
egoísmo, ira, ambición, codicia, los cuales defienden la
inseguridad personal.
Sin embargo, reconociendo a Dios, la unión con Él fortalece,
y la negatividad huye como una sombra aventada por la luz
de la verdad .
Son la falta de poder espiritual, y surgen cuando nos
identificamos con el papel que actuamos .
Actualmente la naturaleza instintiva nos tiende trampas y
aparece como auténtica.
Si embargo al reconocer nuestro valor surge el auto respeto
y la auto estima.
El vicio es el extremo opuesto de la virtud, por eso,
descargados de energía, los valores se convierten en:
egoísmo, ira, ambición, codicia, los cuales defienden la
inseguridad personal.
Sin embargo, reconociendo a Dios, la unión con Él fortalece,
y la negatividad huye como una sombra aventada por la luz
de la verdad .
Las fuerzas negativas fueron llamadas “demonio”, pero el no
es un ser. Es la ignorancia, la negatividad. En cambio Dios
es un Ser, un alma pura, poderosa, y el demonio el grado de
conciencia corporal en cada uno.
es un ser. Es la ignorancia, la negatividad. En cambio Dios
es un Ser, un alma pura, poderosa, y el demonio el grado de
conciencia corporal en cada uno.
Del Libro “LA LLAVE,Secretos del conocimiento” de ESTHER FELDMAN
tomado de OTHALA
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