lunes, 6 de agosto de 2012
Consejos para Perdonar.
La víctima siempre necesita un victimario, le atrae. Dejar el rol de víctima, es un paso importante para perdonar. La víctima no está interesada en perdonar, porque sería quitarle el motivo de sus lamentaciones. Reconocer nuestra víctima es empezar a retomar nuestro poder. La víctima dice: “¿Por qué me pasa esto a mí, tan buena que soy?”, Mientras que quien está conectada con su poder dice: “¿Qué debo aprender de esta situación?”. Hay una gran diferencia en la forma de enfocar el problema. Así que, a partir de hoy comienza a afirmar: “Yo_________soy una persona poderosa”.
Cuando juzgamos a los demás, nos olvidamos por completo de la esencia divina que todo ser humano lleva dentro. Tener compasión no es lo mismo que sentir lástima por los demás, eso es arrogancia. La compasión es comprender que, seguramente la otra persona que cometió un agravio en contra tuya, probablemente no tiene una vida feliz. No sabemos las causas por la que se ha comportado de esta manera y su situación emocional en este momento. Esto no quiere decir que debemos estar de acuerdo con sus acciones.
Según los científicos tenemos 60.000 pensamientos diarios, y la mayoría de ellos se enfocan en lo que no queremos. Hay muchas maneras de “controlar” los pensamientos negativos y la más práctica y sencilla forma de hacerlo es redireccionar los pensamientos en lo que sí queremos. Otra herramienta muy poderosa son las afirmaciones, podemos sustituir un pensamiento negativo por una afirmación positiva, por ejemplo: “Nunca perdonaré a …” , Es mejor pensar: “Yo________perdono a _________ completa y amorosamente”. Perdonar es un trabajo de purificación, al decidir hacerlo, nuestros pensamientos se hacen más ligeros.
En cada situación negativa hay un lado positivo. Recuerde que la pregunta correcta es: ¿Qué debo aprender de esta situación? Si conseguimos entender cuál es la enseñanza, hacemos un salto cuántico en nuestro proceso de crecimiento personal. Y si no … permaneceremos pegados con la víctima, y pasaremos mucho tiempo, estancados en nuestra evolución.
Es mejor ser feliz que tener la razón. ¿Por qué siempre queremos tener la razón? ¿Por qué siempre queremos ganar?Cuando alguien te diga que el cielo es verde, en vez de pelear o querer imponer tu forma de ver las cosas, evita la discusión y dale la razón. Tú sabes que el cielo es azul, pero lo que no sabes es el motivo por el cual la otra persona hace esta afirmación. Quizás es daltónica, quizás sólo quiera fastidiar. En el momento que das la razón a la otra persona, sus intenciones pierden energía y evitas una discusión. Acuérdate de esto : “Cuando uno no quiere, dos no se pelean.”
Somos infelices cuando no estamos en paz. Hay muchas maneras de recuperar la paz: Hacer yoga, meditar, escuchar música, hacer afirmaciones … Pero hay una que es muy efectiva: PERDONAR. Cuando perdonamos sentimos una sensación de alivio, como si nos hubiéramos quitado una carga de encima. Esta acción produce paz interior; por el contrario, el resentimiento, el rencor, nos desconectan de la paz. Si queremos un mundo mejor tenemos que, inevitablemente empezar por nosotros mismos.
Es muy importante reconocer que eres un ser de luz, un Hijo de Dios. Mira a los ojos de los demás, ahí está Dios, no importa lo que sea esa, persona, ahí está Dios. En algunos casos es difícil reconocer la luz en el otro .Aunque este ser haya cometido errores en su vida, su esencia sigue siendo la misma: un ser de luz, que por circunstancias de la vida tomó un camino “equivocado”, llenándose de oscuridad, no por ello deja de ser un hijo de Dios.
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